miércoles, diciembre 28, 2005

Entrevista a las rastreadoras de energía : La energía de lo femenino

Entrevista con las Rastreadoras de Energía,aprendices de Carlos Castaneda, Florinda Donner-Grau, Taisha Abelar y Carol Tiggs

Este trabajo es un encuentro entre las practicantes y las instructoras de tensegridad. Constituye la síntesis de más de doscientas preguntas que se recibieron de diversos países del mundo. Podría decirse que todas las preguntas son distintas, pero al mismo tiempo se asemejan entre sí, como emanadas de la misma veta. De igual manera, aunque cada respuesta parece dirigirse a lo personal, tiene al mismo tiempo un carácter impersonal. Este inédito acontecimiento –porque creemos que lo es— significa una oportunidad para ensoñarnos como mujeres en una historia distinta, un intento que involucra a fin de cuentas lo femenino y lo masculino, tanto en su carácter de dualidad que nos habita, como en la relación entre los sexos.

¿Por qué están dando este segundo seminario para mujeres? Un navegante necesita conocer su equipo, qué clase de información éste le puede dar, y cómo usarlo. Siendo seres con matriz, necesitamos tener una conciencia sobria e informada acerca de cómo nuestras matrices guían nuestras percepciones. Según los videntes, hemos recibido el increíble regalo de una caja de percepción, un órgano de evolución, y no obstante somos complacientes. Queremos que nos guíen, que nos den procedimientos. ¿Cómo podemos evolucionar en ese estado?

Por favor ¿pueden hablar acerca del poder de la matriz? Los videntes del México antiguo estaban interesados en despertar la función secundaria de la matriz: la evolución, que significaba la percepción directa de energía tal como fluye en el universo. Así como una madre sueña a su hijo en el vientre, las navegantes con matriz pueden usar ese poder para ensoñar los sueños de los brujos.

¿Cómo despertamos las funciones secundarias? Las funciones secundarias de la matriz pueden ser despertadas haciendo lo que Florinda Donner-Grau llama vencer el ego. Esto comienza haciendo un inventario sobrio y claro de la propia socialización, y eliminando patrones de comportamiento inútiles. Para los videntes, nuestro desperdicio de energía más grande es la presentación del ego. Esto incluye la presentación de lo que pensamos que significa ser hombre o mujer dentro del orden social.

Últimamente han hablado de despertar a la “mujer verdadera” en cada una de nosotras. ¿Pueden explicar qué quieren decir con esto? En el seminario en la ciudad de México dijimos que era necesario encontrar qué significa ser un hombre o una mujer, antes de que podamos convertirnos en “seres-en-el-ensueño”. Un navegante quiere estar plenamente consciente de qué significa ser un hombre o una mujer. El Nagual nos pidió que lo averiguáramos. ¿Qué creen ustedes que es el ser un hombre, y el ser una mujer? Tenemos que revisar nuestras opiniones y darnos cuenta de acuerdos inconscientes que hayamos hecho, o de dónde nos dimos por vencidas o nos rendimos. Muchas veces encontramos que nuestras creencias son arbitrarias –que realmente no tienen nada que ver con el género. Por ejemplo, podríamos haber adoptado la creencia de que “las mujeres son sumisas”, algo que una de nosotras le comentó al Nagual. “¿No son los hombres sumisos también?”, él preguntó. Si examinamos cuándo “nos dimos por vencidas” podríamos encontrar que nos rendimos por conveniencia, que realmente no somos las víctimas que creemos ser. Nadie le hace nada a nadie, don Juan le dijo a Carlos Castaneda, y mucho menos a un guerrero. (La rueda del tiempo.) Si queremos ser “mujeres verdaderas”, esto significa que vamos al centro de nuestro ser, y que actuamos desde allí. Algunas de nosotras tal vez hayan hecho algo que el Nagual llamó “tomar el partido de Papi”. Somos “las hijas de Papi” que queremos su aprobación tan intensamente que lo imitamos – y ¡tomamos lo peor de él, en lugar de sus mejores rasgos! Si tratamos de ser hombres, nos dijo Taisha Abelar, no salimos tan airosas, y desaprovechamos nuestra mejor posibilidad: la percepción directa de la matriz.

Crecí con la idea de que no puedes confiar en otras mujeres, dado que siempre existe una situación de competencia entre ellas. ¿Cómo corto este sentimiento, para navegar con ellas con fluidez? Cuando una de nosotras hizo una aseveración parecida – que no confiaba en la mujeres, Carol Tiggs fue al grano: ”Tú también eres una mujer ¿no es así? ¿Eres tú de fiar? Examínalo.” Dijo que los seres humanos están llenos de ideas sin examinar: de idealizaciones. Para navegar, tenemos que examinar esas idealizaciones y actuar sobre lo que nos trae tal examen. De otra manera, nuestro punto de encaje se queda fijo en la misma posición. Si examinamos la idealización de la “competencia”, encontramos que todos somos competitivos en el mismo sentido. Todos estamos aseverando nuestro deseo de agarrarnos a nuestra vida, de conseguir lo que necesitamos. Interpretamos la aseveración de otro ser que está haciendo lo mismo como “competencia”. No tenemos por qué interpretarlo de esa forma. Podríamos simplemente reconocer que la otra persona está haciendo lo que tiene que hacer – y dejar que lo haga. ¡No tenemos que ser siempre el número uno! Cada uno de nosotros tiene contacto directo con el infinito. ¿Quién nos puede privar de eso? Si das, dijo Carol Tiggs, lo consigues todo.

¿Cómo podemos hacer mejor uso de elementos como por ejemplo, el viento, o de fuerzas abstractas, para fines de brujería? (Florinda Donner-Grau una vez se refirió a eso.) Florinda Donner-Grau nos dijo que era mejor empezar por lo pequeño, que no podemos mandar al viento si no podemos tener una conversación agradable con la gente que nos rodea. Carol Tiggs sugiere hacer ajustes minúsculos cada día. Haz un inventario: ¿Fue un día artístico, o fue un día de quejas? ¿Qué hice diferente hoy? Si la respuesta es: nada, tomamos nota, y lo hacemos diferente la próxima vez.

En algún momento, Taisha Abelar nos dijo que el flirtear es necesario en una mujer. ¿Cómo podemos manejar esto, sin quedar atrapadas por el orden social? Taisha Abelar nos dijo que el flirtear, cuando es despojado de sus expectativas de ritual de apareamiento, nos da una carga de energía. Es una manera de usar el poder de la matriz como fuerza constructiva en nuestra vida diaria. Las mujeres pueden dirigir la energía de la matriz a través de sus ojos, a través de su ser entero, e interactuar en su vida cotidiana desde el conocimiento silencioso de la matriz. El Nagual describió esto como el tener un romance con el conocimiento, en la forma que sea que se presente. Dijo que también podríamos tener un romance con otros seres – no uno de cortejo sino de afecto abstracto. El cortejo, dijo él, es sólo indulgencia. El afecto abstracto, sin embargo, requiere disciplina – el arte de mantener un estado de asombro. Sostenemos a la otra persona como un ser misterioso y mágico.

¿Podrían hablar de la menopausia y de la ausencia del útero en casos en que éste haya sido operado? ¿Estas circunstancias, cambian en algo las posibilidades que tenemos como mujeres desde el punto de vista chamánico? ¿Cómo sobrellevar mejor alguna de las dos situaciones? Durante la menopausia se libera la energía sexual que anteriormente se utilizaba en las mecánicas de preparar el útero para la reproducción. En vez de “secarse”, la mujer en la menopausia es bombardeada por un nuevo flujo de energía de tal fuerza que, en algunos casos, la asusta. Los pases mágicos le dan a la mujer la ventaja de mantener su sobriedad y su vitalidad durante este enorme cambio energético. En términos muy pragmáticos, es un momento en el que el ser que lo experimenta sabe que tiene que hacer algo distinto en cuanto a su salud y su energía para mantener su sobriedad y maximizar la percepción muy directa que ahora le es posible. En el caso de la histerectomía: “No hay ventajas o desventajas para un guerrero. Sólo hay desafíos” Un ser que ha sido sujeto a un histerectomía tiene un excelente desafío porque todavía tiene la impresión energética de la matriz, pero sabe que no puede ser complaciente. Para percibir energía directamente, tiene que adoptar un propósito inflexible-- la predilección de los hombres, pero algo que necesitan todos los navegantes. Además, una histerectomía puede servirnos para poder ver finalmente lo que hemos hecho con la matriz. De acuerdo a los videntes, toda la turbulencia que hemos guardado allí es nuestra propia creencia acerca de quiénes somos, o cómo copiamos a nuestra propia madre y sus creencias, o refleja nuestros sentimientos acerca de un padre que nunca nos tuvo afecto. La recapitulación nos da la oportunidad de volver a ver nuestras interacciones sexuales y ver cómo podemos escribir de nuevo esa historia de manera distinta.

En un seminario recuerdo haber oído que las estudiantes de don Juan enfocan su atención en la evolución, no en la reproducción. ¿Qué dicen sobre la maternidad, si alguien siente el deseo de ser madre? Lo que importa para un navegante es ser impecable, responder por sus decisiones cualquiera que ellas fueran. Si alguien elige ser madre, entonces es una madre impecable. Le entrega a su hijo su afecto total, sin inversiones y sin tratar de complacerlo. Y se cuida ella misma para no enfadarse al sentir que ella lo da todo y que nadie le da nada en retorno.

Después de alcanzar los siete años de celibato que Taisha Abelar alguna vez mencionó, ¿se diluyen los deseos y las añoranzas por el sexo opuesto? ¡Los navegantes no quieren deshacerse de los deseos y las añoranzas! Mejor sería preguntarnos- ¿Qué es lo que añoramos? ¿Es en verdad el sexo opuesto? ¿O es algo más? Podemos utilizar el deseo y la añoranza como fuerzas positivas que nos conducen a actuar de manera distinta, a ensoñar. En la visión de los videntes, lo que añoramos, a fin de cuentas, es el cuerpo energético. El reconocer esto puede ayudarnos a traer elegancia a nuestras interacciones con los hombres y con las mujeres, en lugar de traer compulsión y necesidad. Los videntes recomiendan un momento de celibato porque los navegantes --sobre todo las mujeres-- necesitan examinar su propio inventario. Necesitan una pausa momentánea para averiguar quiénes son y qué quieren. Lo que encontramos casi siempre es que estamos, como decía el Nagual, despatarrados. Estamos fragmentados. Necesitamos cohesión antes de poder mezclarnos energéticamente con otra persona. No estamos listos para el intercambio energético que tiene lugar en (cualquier) relación sexual si no hemos examinado nuestro propio inventario, incluyendo todas las expectativas e interpretaciones que ponemos en nuestros lazos con otros. El nagual nos dijo que, en nuestras interacciones, siempre estábamos esperando ser correspondidos y que los navegantes no están esperando réditos. Se dirigen a cualquier unión con otro ser con total disciplina, total afecto. Taisha Abelar nos señaló que el celibato para un guerrero no es una cuestión de ganar puntos extra por buena conducta, por haber acumulado la cantidad correcta de “sacrificio”. Eso, decía, es no comprender la esencia de la cuestión. “Siete años” hace referencia a un ciclo completo de tiempo. El ciclo real puede ser distinto para cada mujer. Tenemos que leer esto individualmente y asumir la responsabilidad por ello. ¡Eso es lo excitante del asunto! El infinito señalará una dirección a seguir que podremos percibir si estamos en silencio.

¿Llorar es para el guerrero, signo de debilidad, de enganche? La recapitulación, el ver y el silencio interno, ¿llegan a disolver sentimientos de vacío o pérdida, o hay sentimientos que jamás nos dejan? Los guerreros sí lloran, pero no por algo trivial. Un guerrero no llora por sí mismo. Si nuestra tristeza proviene de arrepentimientos vinculados con alguien que conocimos en el pasado, podemos tomar el afecto que sentimos por aquella persona y darle expresión con alguien que tenemos frente a nosotros. Ahora podemos hacer las cosas que no pudimos hacer con aquella persona del pasado. Pagamos nuestras cuentas en el momento presente. Don Juan le dijo a Carlos Castaneda: “La única manera que tiene el guerrero-viajero de dar las gracias y despedirse es mediante este acto de magia: de guardar en su silencio lo que ha amado.” (El lado activo del infinito). El Nagual nos mostró que un guerrero-viajero expresa ese afecto con los seres que se encuentra ahora.

¿Cómo podemos trabajar la sobriedad? Al hacernos conscientes de nuestro equipo y haciéndonos responsables por él. Por ejemplo, podemos ser conscientes de nuestros ciclos menstruales para que no nos sorprendan los cambios de ánimo, para que no nos ataquemos de risitas, diciendo cosas tales como: “ Ah, ando taa...aan despistada, y no sé por qué.” Podemos ser más disciplinadas durante ciertos momentos del ciclo, cuando se nos antojan comidas extrañas, o cuando necesitamos descansar más. Es nuestra responsabilidad que simplemente durmamos más, y comamos bien —que no comamos porquería. “Tú sabes más acerca de esto”, afirma Florinda Donner-Grau. “Tienes esa ventaja adicional que te dan los pases mágicos. Úsala para disciplinarte, en lugar de encarar repetitivamente las tareas con un: “No tengo ganas.”

¿Cómo enfocar el intento en acciones como el ensueño? Simplemente lo hacemos. La sintaxis de esta pregunta demuestra cómo hemos sido adiestrados para esperar instrucciones en lugar de actuar. El verbo “actuar” se convierte en sustantivo en esta frase- “acciones”. Intentar se convierte en “enfocar el intento”. El intento viene de un vínculo directo con la fuerza de la conciencia en el universo. Cuando ese vínculo se aclara, nuestras acciones también se aclaran. Para poder ensoñar, intentamos el ensueño. Intentamos cohesión todo el día. Si podemos ser coherentes en nuestras acciones cotidianas, entonces el ensueño viene naturalmente.

¿Cómo ser guerrera impecable con respecto a los guerreros que comparten ese mismo intento? (Algunas de nosotras confundimos el compartir un “momento en el camino”, y buscamos agarrarnos de alguien, o bien asumimos nuestro papel ancestral de protectoras.) Navegar es un viaje solitario. Nadie lleva a un guerrero en los brazos. Sin embargo, trabajar juntos implica ser responsables. Si sabes que no eres bueno en cierta faena; que si la emprendes no va a realizarse o se va a malograr, entonces dejas que otro se encargue. No quiere decir que te quedas sentado sin hacer nada --encuentras otra manera de participar. Muchos de nosotros nos declaramos independientes. Desgraciadamente, generalmente hacemos las peores interpretaciones de lo que es ser “independiente”. Lo utilizamos en el sentido de que nosotros hacemos todo. El Nagual nos dijo que tuviéramos cuidado con lo que proclamamos ser.

¿Cómo podemos resolver el abismo que separa a hombres y mujeres en la forma de ver y asumir la vida? “El abismo” es una interpretación que describe seres que se lanzan unidos a una gran aventura. Si hubiera un abismo que en verdad separara a los hombres y las mujeres, ninguno de nosotros habría sido concebido. Los videntes proponen que es posible que los hombres y las mujeres trabajen juntos más allá del círculo del cortejo y la reproducción, para crear una nueva manera de ser.

Alguna vez se habló de contraindicaciones acerca de practicar Tensegridad durante el embarazo. ¿Es eso cierto? Con referencia a La serie para la matriz, sí, Florinda Donner-Grau le aconseja a las mujeres embarazadas que es mejor dejar de practicar estos pases mágicos durante el embarazo. Esta serie está imbuida por el intento de preparar y despertar las funciones secundarias de la matriz: la evolución. No es ninguna broma. Muchos de los pases mágicos tienen como objetivo limpiar los órganos sexuales de su función reproductiva. No es poco común que las practicantes de estos pases mágicos empiecen a menstruar después de practicar La serie para la matriz repetitivamente, sin que importe que sea el momento correspondiente de sus ciclos, ya que la matriz se limpia físicamente, se lava para un nuevo propósito. El embarazo no es el momento apropiado para desafiar las funciones primarias de la matriz. La menstruación, sin embargo, sí se considera un momento poderoso para practicar La serie para la matriz, ya que la matriz se vacía y se acrecienta como órgano de percepción, es el momento propicio para que nos traiga nuevas percepciones. Practicar otros pases mágicos que no traen energía directamente a la matriz es perfectamente aceptable durante el embarazo. Una mamá nos dijo que hizo los pases mágicos del no-hacer ligeramente durante su embarazo y sintió a su bebé dando de patadas y golpes al mismo tiempo que ella lo hacía.

¿Podrían dar consejos prácticos sobre cómo conducirse con Mami a fin de no caer enganchadas en sus ancestrales trucos y acabar peleando? Al mismo tiempo, ¿cómo prevenir la repetición de patrones con los hijos propios? Compórtate con Mami y con tus niños como un ser que va a morir. Tal vez nunca más

1 Comments:

Blogger Enrique said...

Un artículo muy interesante. espero no le moleste que cree un link en mi blog

agosto 08, 2009 1:58 a. m.  

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